Puede parecer una completa contradicción, pero las dietas no son solo para adelgazar, de hecho, la palabra dieta se refiere realmente a una forma de comer, una alimentación o un estilo de vida, independientemente de que dicha alimentación sea o no saludable. Sin embargo, con el paso de los años esta palabra ha ido adquiriendo una connotación más bien negativa y ligada al significado de alimentación baja en calorías para bajar de peso.
Es por eso que muchos expertos sustituyen hoy en día esa palabra por otras alternativas como la de “plan nutricional”, por ejemplo. Y es que un plan nutricional es algo que se adapta a las necesidades de cada tipo de persona, desde subir de peso o de masa muscular, aprender a comer sano o incluso mejorar la calidad de vida por cualquier tipo de patología o enfermedad como las intolerancias, la diabetes o cualquier otro problema relacionado con la alimentación.
El coach nutricional
La figura de los expertos está cada día más presente en nuestro día a día cuando hablamos de nutrición, y no solo para bajar de peso, también para conseguir cualquier tipo de hábitos alimenticios como, simplemente, llevar una dieta más variada y equilibrada y, por lo tanto, contribuir a que nuestro cuerpo se sienta mejor a corto y largo plazo.
Hoy en día la figura del coach nutricional adquiere cada vez más importancia ya que no se limitan a tratar al paciente, también lo acompañan y es que, tal y como afirma María Gonzálvez Bellón, Dietista-Nutricionista de Enea Clínica: “todo nutricionista debería saber realizar funciones de coachingya que el acompañamiento del paciente durante todo el proceso es clave para conseguir que se dé un cambio de hábitos sostenible en el tiempo”.
En Enea Clínica cuentan con este servicio de asesoramiento nutricional en el que se incluye también un plan de educación nutricional para conseguir ese cambio de hábitos hacia una vida más saludable. Un plan que cuenta con el acompañamiento de un profesional junto con un menú saludable de lo más variado y con recetas apetecibles para así conseguir los objetivos propuestos para cada paciente. “Actualmente los pacientes que suelen solicitar el servicio de nutrición en la clínica son en su mayoría mujeres de mediana edad que quieren mejorar su composición corporal, combinando la alimentación con todo tipo de tratamientos estéticos encaminados a su objetivo (pérdida de grasa, retención de líquidos, celulitis…)”, explica Gonzálvez Bellón. Además, matiza que también acuden otros pacientes que quieren aumentar su masa muscular, mejorar alguna patología o, simplemente, aprender a alimentarse de manera saludable.
La educación nutricional
La educación nutricional es un paso al que en Enea Clínica se le da mucha importancia ya que es algo básico en un plan nutricional. Al darle la información a las personas, lo que haces es capacitarlas para que puedan tomar mejores decisiones en su día a día, tanto para su salud como para la de sus familias. “Esa información es la que va a aumentar su poder de decisión”, explica la Gonzálvez Bellón, por eso en consulta se trabaja la educación nutricional siempre adaptada a cada persona, desde aprender a planificar los menús como a leer las etiquetas de los productos o reducir el consumo de ultraprocesados, entre otros.
Una educación que va de la mano del acompañamiento al paciente durante todo el tiempo que el paciente decida o necesite hasta cumplir sus objetivos, siempre realistas, y enfocándose en las acciones para conseguirlos. El acompañamiento es clave para trabajar mano a mano modificando en cada sesión la información nutricional si fuera necesario.
Además, este acompañamiento hará que el paciente tenga una mayor motivación durante todo el proceso. “También está la posibilidad de detectar desviaciones y poder corregirlas durante el proceso. En todo momento hay un feedback con el paciente y en las sesiones de revisión se van detectando las dificultades que puedan aparecer y se proponen soluciones”, afirma María Gonzálvez Bellón, Dietista-Nutricionista de Enea Clínica.
Si bien es cierto que es un papel más bien desconocido, algunas de las ventajas de acudir a un coaching nutricional son las de adquirir un cambio de hábitos sostenible en el tiempo ligado a una mayor información sobre la alimentación, lo que aumentará las posibilidades de que el paciente consiga sus objetivos y los mantenga a largo plazo. Esto hace que tenga una mayor adherencia a la dieta y, en consecuencia, una mayor pérdida de grasa.
Sin embargo, hay ciertos hábitos nutricionales que se deben tener en cuenta siempre. Entre ellos están el de basar la alimentación en vegetales, consumir proteína de calidad, como son las legumbres o los frutos secos, incorporar grasas indispensables para el correcto funcionamiento hormonal y reducir el consumo de azúcar y de alimentos ultraprocesados. Además de una alimentación equilibrada, no hay que olvidarse nunca de dos aspectos muy importantes en el día a día: hacer ejercicio físico y cuidar mucho de la salud mental para poder llevar un estilo de vida saludable en su totalidad.
El coaching nutricional es la herramienta necesaria para construir a largo plazo hábitos de vida saludables y así conseguir una mejor calidad de vida a largo plazo.