La relación entre padres e hijos es una relación única, incondicional e irrepetible que solo ellos pueden compartir. De hecho, la paternidad es un continuo aprendizaje bidireccional, no pasa un solo día sin aprender juntos algo nuevo.
Polo Club es una de esas firmas que apuesta por fortalecer las relaciones de padres e hijos también a través de la moda y lo que supone, en muchas ocasiones, tanto para los niños como para los progenitores, poder ir vestidos de la mano. Más que eso se convierte en una ocasión en la que ambos se acompañan simbólicamente, desde en momentos tan sencillos y cotidianos como ir al parque, hasta otros más especiales como las primeras veces de los pequeños vistiendo prendas más formales en ocasiones como un evento familiar o una celebración.
Whenthe sea meetsyoureyes, así es el viaje de Mikel y Kai
El mar, en su más profunda inmensidad, es el testigo de innumerables historias y aventuras, pero también de los mayores aprendizajes en la vida. Mikel y Kai pasan mucho tiempo entre sus olas practicando surf, siendo la mayor afición que comparten juntos y uno de los vínculos que hacen de esa conexión entre padre e hijo algo de un valor incalculable. Una conexión que lleva de la mano el gran aprendizaje y es que lo más importante es disfrutar de ese camino e ir creciendo ante las adversidades.
Los logros del otro siempre se sienten como propios, al igual que las aficiones y así lo sienten Mikel y Kai, los protagonistas de la última historia de Polo Club. “Es un privilegio compartir aficiones con Kai, especialmente todas las que tienen que ver con el mar y la naturaleza. Me siento afortunado por ser un pilar importante en su aprendizaje”, afirma Mikel muy orgulloso.
Y es que no hay nada mejor que disfrutar de un camino junto a esas personas que lo disfrutan como si fuese el suyo, y los padres son uno de ellos.