El fondo de armario son esas piezas clave que siempre puedes llevar, tanto combinadas entre sí como para llevar con otras más especiales y en tendencia. Es por esto que nunca está de más ir haciéndose poco a poco con ellas, sobre todo con esas en las que la versatilidad es su mayor característica. Sin embargo, hay algunas que también tienen cierta temporalidad, es decir, que están limitadas para llevar en ciertos momentos como un traje negro o esmoquin, un chubasquero o unas botas de agua.
De hecho, son precisamente estas últimas una de esas piezas que siempre deberíamos tener en el armario, tanto en invierno como en verano, para poder llevar siempre que nos pille una tormenta de imprevisto o para ir a un festival y que solo tengamos que preocuparnos de pasarlo bien y no de cómo esté el suelo. Pero además, poco a poco las botas de agua han ido encontrando su sitio en los estilismos masculinos más allá de los días de lluvia.
Las botas de agua regresan además esta temporada con más fuerza que nunca,demostrando la gran variedad de escenarios en las que se pueden llevar. Prueba de ello son las pasarelas de moda, donde las hemos visto en numerosos desfiles como en las colecciones Spring-Summer 24 de Alexander McQueen, Louis Vuitton o SF10G. También triunfaron en la colección otoño-invierno 23-24 de Dior, aunque sin duda los verdaderos precursores fueron el príncipe Harry y el príncipe Guillermo con las de la marca británica, Wellipets, con cara de rana.
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Atrás queda eso de que las botas de agua están restringidas a los días de lluvia. Puedes llevarlas también combinadas con looks informales así como en entretiempo con bermudas y una sudadera, uno de los estilismos favoritos del prescriptor de moda Marc Forné. De una sudadera a una chaqueta denim para un total look, cualquiera de ellos es ideal para el día a día o el fin de semana.
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También puedes combinarlas de una forma más elegante como con un traje para romper con el look y darle un toque moderno y atrevido a partes iguales. La clave está en que sean del mismo color para que así complementen al traje pero sin llamar mucho la atención. Aunque sin duda una de las mejores y más asequibles combinaciones es la de buscar un estilo casual y atemporal, como con unos jeans y una camiseta o un jersey para los días en los que baja la temperatura.
Sin embargo, también hay otra opción que consiste en centrar toda la atención en las botas como foco del estilismo. Para eso, elige un look en tonos neutros y atemporales y apuesta por unas botas de agua más coloridas o en tonos claros, por ejemplo.