Para muchas mujeres los sujetadores suponen un sinfín de incógnitas todavía por resolver. Un buen ejemplo es la talla correcta del sujetador donde 8 de cada 10 mujeres no aprueban el examen diario utilizando una copa o contorno que no les pertenece. Pero dentro de este ámbito, aún tenemos más cuestiones donde arrojar luz como el tipo de sujetador, los materiales utilizados o la forma de los aros.
Si nos centramos en estos últimos, hay que destacar en primer lugar que la finalidad del aro en el sujetador es sujetar, recoger y centrar el pecho. Es por eso que debe ser cómodo, sin hacer daño, alergia ni dejar ningún tipo de marca. Toma nota porque te contamos todo lo que necesitas saber sobre los sujetadores con aro de la mano de la firma especializada laCorsetera.
A quién beneficia…
Tanto los pechos grandes como los pequeños se benefician cuando el aro es de calidad y sin níquel, ya que muchas mujeres tienen alergia a este componente. Un aro de mala calidad puede incluso hacer que se creen marcas oscuras en la piel.
Sin embargo, las mujeres con talla grande de pecho son las que más salen beneficiadas. En su caso, los sujetadores con aro reducirán los laterales creando un efecto reductor para que, una vez vestidas, se vea mucho más estilizada la figura. En cuanto a los pechos pequeños, un buen aro y un efecto push up realzará el pecho haciendo un escote mucho más favorecedor.
El aro siempre estiliza más ya que el sujetador sin aro, aunque sujeta y recoge el pecho perfectamente, lo hace visualmente más ancho.
… y a quién no
En el caso contrario, recomendamos no utilizar sujetadores con aro a mujeres con una edad más avanzada. En su caso, es preferible diseños con foam y en tejidos muy agradables como algodón, microfibras de última generación, etc.
De igual forma no es recomendable en una mujer mastectomizada o en una mujer que acaba de ponerse prótesis. Tampoco son aptos para los sujetadores de deporte, en estos casos no son necesarios ya que las propuestas que encontramos en el mercado garantizan sujección del 100% sin necesidad de llevar aro.
Desterrando el viejo mito
Uno de los mitos más antiguos en el mundo de la corsetería es el que afirma que el aro afecta a la salud de la mujer. Los expertos lo desmienten ya que, siempre y cuando se lleve el aro adecuado sin níquel y que no invada la glándula mamaria en ningún momento (sobre todo en la parte de la axila), no supone ningún tipo de problema.
En este caso cobran importancia las copas, eso que muchas mujeres todavía no saben diferenciar ni el verdadero porqué de su existencia. La buena corsetería se diferencia de la que no es de calidad porque según aumentan las tallas del sujetador, los aros van almohadillados. Dos, tres, cuatro o incluso cinco veces llevan esa almohadilla interior que protegen el aro de la piel para un mayor confort.
La copa y el contorno son la clave
Muchas mujeres prescinden de los sujetadores con aro en busca de la comodidad. Pero el verdadero problema no es el aro, sino que no saben identificar su talla correcta. Si acudes a una tienda especializada, los expertos podrán jugar tanto con la numeración del contorno como con las copas para poder recomendarte el sujetador que verdaderamente necesitas y que se ajuste a tu pecho como un guante.
A la hora de elegir un sujetador con aro, lo primero en lo que se debe fijar una mujer es que el aro no invada la glándula mamaria en ningún momento. A continuación, comprobar la talla exacta tanto de copa como de contorno y, por último, que esté exento de níquel y que el aro esté bien almohadillado, especialmente en el caso de las tallas grandes.
Ahora que ya sabes cómo elegir el sujetador con aros correcto, ¿estabas usando la talla y modelo que realmente necesitabas?