En un maquillaje completo es esencial la máscara de pestañas, tanto si se quiere dar protagonismo a la mirada, como si no. La máscara da forma, aporta volumen, fija y realza las pestañas. Además, entre sus ventajas se encuentra que hará que las sombras o el eyeliner se vean mucho más definidos y cuidados. También es perfecta para llevar en el día a día con una ligera base o bb cream para un efecto make up no make up, algo así como recién levantada, pero con la cara perfecta, luminosa y con el tono unificado.
La máscara de pestañas es un producto casi mágico que, con un toque de color en las pestañas, le da la vuelta a la mirada y consigue un efecto buena cara inmediato. Realza los ojos, devuelve la vida a los párpados sin apenas tocarlos y centra la atención en esa parte del rostro, haciendo que tenga más luz y vitalidad.
Sin embargo, no siempre queremos o podemos aplicarnos la máscara todos los días por la mañana. Por pereza, por tiempo o por practicidad, la máscara se convierte a veces en una odisea si no la sabes aplicar bien o si no consigues dar con el efecto deseado.
Pero que no cunda el pánico, pocas cosas no tienen solución en el mundo beauty y la máscara de pestañas no iba a ser menos. Desde Llongueras nos ofrecen la alternativa ideal que evitará la necesidad de aplicar el producto a diario. La respuesta es el tinte de pestañas, un tratamiento con el que conseguirás el mismo resultado en cuanto a color e intensidad que si usaras la máscara todos los días.
¿Qué es el tinte de pestañas?
El tinte de pestañas se trata de una especie de baño de color que aporta volumen y definición a las pestañas, además de intensificar la mirada. Este tratamiento consiste en colorear toda la hebra de la pestaña, desde las raíces hasta las puntas. Se lleva a cabo de una forma muy cuidadosa, ya que la zona de los ojos es una de las más delicadas de la cara.
Una de sus mayores ventajas es que consiste en un tratamiento sencillo y rápido, de aproximadamente una hora de duración, y con resultados visibles de inmediato. Aunque es cierto que, una vez transcurridos tres o cuatro meses, dependiendo del tinte escogido y de cada tipo de pestaña, estas van volviendo a su estado natural.
Coloración intensa, duradera y efecto máscara
El tinte de pestañas debe hacerse en un centro especializado de belleza. Aunque no es un tratamiento excesivamente caro, ni tampoco conlleva mucho tiempo en realizarse, sí es recomendable que lo aplique un profesional para conseguir una coloración perfecta y duradera.
“El tratamiento consiste en la aplicación de una coloración en las pestañas para conseguir un tono más intenso, realzar la mirada y obtener un efecto máscara de pestañas a diario”, afirman desde Llongueras donde cuentan con numerosos expertos en este tipo de tratamientos que sabrán asesorarte en todo lo que lo necesites.
La coloración, que va desde la raíz hasta las puntas cuidadosamente, se realiza siempre adecuada al tono de las pestañas de cada persona o en otro color, si así se desea, y tiene una duración de entre 6 y 8 semanas aproximadamente. Pasado este tiempo habría que acudir al salón a retocar el producto. Cabe destacar que este tratamiento, disponible en los salones de belleza de Llongueras, también protege a las pestañas de la acción decolorante del sol.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
- Se realiza el diseño: en primer lugar, se realiza el diseño con ayuda de un lápiz. Esto permite corregir cualquier imperfección y adaptarse al deseo de cada clienta.
- Se inicia el tratamiento: una vez que el paciente ha elegido el diseño y color del pigmento, que generalmente es el negro, se da comiendo al tratamiento, siempre a manos de un especialista. No suele exceder de hora y media de duración.
Es importante conocer las distintas fases o etapas por las que pasarán tus pestañas una vez realizado el tinte.
La primera semana después del tratamiento, el tono del ojo va a intensificarse, y a partir del séptimo día, se empezará a pelar. Esto hará que baje el color en hasta un 50%, por lo que es importante saber que los resultados de los primeros días no serán los resultados finales. A partir de la tercera semana, volverá a subir el tono un 10%, el cual se mantendrá hasta el repaso final. Este deberá realizarse aproximadamente después de unas seis u ocho semanas. El fin es terminar de fijar el pigmento en aquellas zonas donde más se haya bajado el color.
¿El resultado? Unas pestañas de color intenso, con una mayor sensación de volumen y espesor que tienen como resultado una mirada profunda y llena de luz.